El pasado sábado se celebró en el hotel Wellington de Madrid el Seminario de análisis El Toro en las Ventas 2011, organizado por la empresa Taurodelta.El acto, moderado por el periodista D. Federico Arnás, director del programa Tendido Cero de TVE, se dividió en dos mesas de debate. En la primera de ellas participó la Secretaria General de la UCTL, Dña. Isabel Carpio, D. Javier Fernández, veterinario de Las Ventas, D. Manuel Muñoz Infante, decano de los presidentes de Las Ventas y D. Manuel Martínez Erice, cosejero delegado de Taurodelta.PRESENTACIÓN DE DÑA. ISABEL CARPIO PRESENTACIÓN  DE D.MANUEL MARTÍNEZ ERICE PRESENTACIÓN DE D. JAVIER FERNÁNDEZD. Manuel Muñoz Infante, quien resaltó la normalidad en la que se ha desarrollado la temporada y las facilidades que los presidentes han encontrado para la realización de su trabajo, destacó la que, en su opinión, es una de las características destacables de los últimos años al referirse al progresivo cambio de la actitud del público que, entiende, hoy es menos exigente que en tiempos pasados, “estamos perdiendo calidad de público, hay buena renovación pero poco entendida”.Opinó que podría estudiarse la necesidad de que un torero corte dos orejas en un mismo toro para conseguir abrir la Puerta Grande Madrid y destacó que la mala lidia y en especial, la mala realización de la suerte de varas influyen en la devolución de algunos toros y novillos. Tras afirmar que lo mejor, en el caso de los presidentes, es que pasen desapercibidos, como ha ocurrido en 2011 y considerar que hemos visto una buena e interesante Feria de San Isidro, apuntó que el criterio de los presidentes para la concesión del primer trofeo no es sólo la cantidad de pañuelos en los tendidos o los “decibelios” con que lo piden los espectadores sino la evaluación de las reacciones del público en el transcurso de las faenas.En la segunda mesa participaron el torero D. David Mora, la novillero Dña. Conchi Ríos y los ganaderos D. Juan Pedro Domecq, D. Fernando Cuadri y D. José Luis Lozano. Los dos primeros resaltaron la enorme importancia para sus carreras de los éxitos conseguidos en Madrid y la exigencia que esta plaza produce en su preparación.D. Juan Pedro Domecq, quien consideró los buenos resultados conseguidos en Madrid como un homenaje a su padre, fallecido este año, indicó que su criterio en la selección de los toros tiene en cuenta tres criterios por encima de todos: nobleza, fiereza y movilidad. Consideró que es injusto hablar de mono encaste al referirse a Domecq “ hoy no tiene mucho que ver un Jandilla con un Zalduendo” y concluyó que la temporada pasada ha sido una de las más redondas de la ganadería.D. Fernando Cuadri, quien reconoció que la Plaza de Madrid ha sido y es decisiva para su ganadería, dijo que busca un toro basado en la casta: “buscamos bravura y nobleza en un toro que se entregue sólo cuando se le hagan las cosas bien”. Tanto él como sus compañeros destacaron la extraordinaria importancia que tiene para el juego de los toros el buen manejo que se haga en la plaza y en este sentido destacaron las muy buenas condiciones que encuentran en Madrid.D. José Luis Lozano, quien dijo que la profesión de ganadero es lenta y difícil, de inciertos resultados, afirmó categóricamente la importancia de cuidar Madrid entre todos, huyendo de experimentos que puedan poner en riesgo “la única plaza de temporada verdadera que queda en el mundo”. Apostó por ganaderías largas, con numerosas vacas y sementales, como forma de defender mejor los criterios de selección y de corregir errores, consideró errónea la exigencia de picar al toro en la puerta del siete cuando el toro pide otros terrenos y estimó que el futuro de la Fiesta se basa en muy buena medida en la novedad que puedan aportar los toreros: “la novedad es impagable”. En este sentido se refirió al mano a mano entre Fandiño y Mora de la Feria de Otoño como una de las corridas que le provocaron ilusión de ir a la plaza.